El método Montessori es un sistema que está basado en el respeto de los derechos de los niños. Una de sus características principales es que los niños deben tener una capacidad espontánea y libre para aprender.
Hoy en día hay muchas escuelas que utilizan este modelo y sin duda cada vez más padres, lo usan como herramienta en casa para educar a sus hijos.
A continuación, detallamos las características principales del Método Montessori y cómo se puede aplicar en casa.
El Método Montessori: ¿Cómo se aplica?
Uno de los principios del Método Montessori es que los niños deben tener una libertad plena en su aprendizaje porque están completamente capacitados para poder desarrollarse por sí solos. Por lo que se les otorga un papel muy activo.
Hay diferentes formas de aplicar este método en casa, las cuales explicamos a continuación:
- Fomentar la curiosidad: en general los niños son curiosos por naturaleza, por ello es importante, que nuestra labor sea la de fomentar esa curiosidad dejándolos que descubran y aprendan por sí mismos, aunque a veces se equivoquen.
- Efecto esponja: como hemos comentado, una de las características principales del Método Montessori es que los niños son como esponjas y que absorben inconscientemente el conocimiento. Aprenden de su entorno, de lo que están viviendo, e indirectamente se les va quedando en la consciencia en forma de enseñanza.
- Ambiente adecuado: es importante proporcionar un entorno que esté preparado para fomentar su crecimiento. La organización, la sencillez, la belleza y el acceso a esas herramientas, es primordial para para motivar ese aprendizaje. Para ello, se pueden adquirir en una tienda de juguetes muchos accesorios y muebles muy útiles, que pueden proporcionarle un ambiente apropiado. Además, es importante crear también un ambiente familiar, que les permita desarrollarse con alegría y que les guíe y oriente en ese entorno.
- Promover la autonomía: una de las claves de este método, es que es muy relevante promover el que sean autónomos para dejarles crecer. Por lo tanto, se les puede otorgar diferentes responsabilidades para que poco a poco vayan asumiendo mayor autonomía. Ésto puede ser: abrocharse el abrigo, recoger los juguetes o similar.
- Darle libertad para el aprendizaje: es importante darle al niño la posibilidad de elegir lo que quiere aprender. Deben sentirse libres para poder explorar, jugar, observar y socializar al ritmo que vean que es mejor para ellos. Y todo ésto debe hacerse dentro de un entorno que les otorgue seguridad, tranquilidad y estabilidad.
- Guiar pero no dirigir: como hemos comentado anteriormente, un punto clave es respetar los ritmos de cada niño, sin exigirles más allá de las cosas básicas. Nosotros debemos guiarles de forma cariñosa y respetuosa, pero ser a su vez observadores conscientes. Es decir, proporcionarles las herramientas que necesiten para su aprendizaje pero sin interferir en éste.
- Aprender de la naturaleza: la naturaleza es un entorno con muchas cosas para descubrir y que a su vez es un medio natural donde los niños pueden explorar muy libremente.
Como habrás visto el Método Montessori, es un método que destaca por darle al niño un aprendizaje activo y libre, respetando siempre su ritmo y sus necesidades.
¿Conocías este procedimiento? ¿Lo usas en casa?
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